29/07/2017
Posiblemente el Val de Toran sea una de las zonas mas desconocidas del Val d'Aran, y como no para nosotros todo un aliciente el poder descubrirlo.
Ávidos de conocer cuantos mas rincones del Pirineo mejor ni lo dudamos cuando nos planteamos ir.
Un poco de búsqueda por aquí y por allá y nos sale una ruta circular para hacernos una idea de la zona.
Y la verdad es que el sitio nos encantó.Un valle que se caracteriza por la tranquilidad de sus bosques, sus
caminos y sus pequeños núcleos de población, y que esconde un importante
pasado minero cuyos vestigios salpican el paisaje desde la cabecera
hasta el fondo del valle
Si lo que buscas es tranquilidad desde luego que éste es un sitio ideal para ello.
Nada más entrar en el val d'Aran cogemos el desvío hacia Canejan, y por una estrecha carretera nos plantamos en el refugio dera Honeria. Tras una copiosa cena le preguntamos al guarda a ver si nos deja dormir con la furgo en la zona de aparcamiento y muy amablemente nos dice que no hay ningún problema.
Nos levantamos traquilamente y nos ponemos en marcha siguiendo marcas de un GR
Pronto nos metemos en un bosque que nos deja sorprendidos
Vamos ganando altura rápidamente, pasando por antiguos vestigios mineros, el bosque es fantástico y parece que no tiene fin
Pero a medida que subimos poco a poco desaparecen los árboles y pasamos por unos prados donde a penas de dibuja el camino
Salimos a un rellano con bonitas vistas, y se van fraguando en la cabeza futuros planes
Y por fin vemos lo que veníamos a subir , el Tuc d'Ermèr
Llegamos hasta casi el fondo del rellano para buscar una subida
Decidimos flanquear un poco y subir por la izquierda buscando el lado mejor para ello ya que no hay sendero
Salmos a la zona de arriba y un breve cresterío nos pone en la cima
Con unas buenas vistas hacia el Mauberme
Bajamos por otro lado y recuperamos el GR para ir bajando dándole la vuelta al valle, dejamos atrás nuestra montaña de hoy
Y la bajada nos sorprende de nuevo ya que hay que hacerlo por una garganta muy bonita
Una vez pasada la garganta sólo nos queda bajar hacia el refugio donde con unas cervecitas hablamos tranquilamente con el guarda