20/12/2011
Estas Navidades han sido un poco especiales. Aprovechando que tenía unos cuantos días de vacaciones, me lío la manta y me voy a Chile con un objetivo bastante importante. Comparto la expedición con un parisino, Jean François.
Como siempre nervios y ganas de probarme y visitar sitios nuevos.
Para mí es la tercera experiencia en Andes y una vez más sorprendente.
Salgo el día 17 del aeropuerto de Fuenterrabia con destino final Calama, en la zona de Atacama donde vamos a pasar unos días aclimatando. Pero gracias a loos aviones y a un fatídico overbooking, mi llegada a Chile se atrasa un día.
Una vez pasado el largo viaje seguimos con el cúmulo de cosas 'raras', pero finalmente conseguimos llegar a San Pedro de Atacama, donde vamos a estar varios días.
Nuestra primera excursión en plan tranquilo y turístico la pasamos en los geiseres de Tatio. Para ello hay que madrugar ya que cuando mejor se puede ver el fennmeno es al amanecer. Cogemos un tour turístico que nos lleva hasta las inmediaciones del camo geotérmico a unos 4300 metros de altitud, donde disfrutamos del paisaje y una suave caminata para ir aclimatando, acompañada de un baño (siempre opcional) en las piscinas termales.
En resumen uno de esos sitios a los que hay que ir en esta zona.
Salimos a las 4 de la mañana del hotel y en unas 2 horas llegamos a las inmediaciones del campo geotérmico
Poco a poco va amaneciendo
Hay numerosas fumarolas a las cuales no es recomendable acercarse mucho, de hecho están rodeadas de piedras que marcan los límites de seguridad
Erosión pura y dura en un ambiente bastante hostil
Es tal la diferencia de temperatura entre el agua y el exterior que ésta nada más caer al suelo se congela dando lugar a curiosas formaciones
El bañito para los más osados
En la mayoría de las lagunas podemos observar a los flamencos
El sugerente Sairecabur
Y para finalizar la mañana pinchito moruno autóctono de llama
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